Descodificación de abortos

Conflictos emocionales relacionados con el aborto

Comenzamos con la definición de aborto, que significa, interrupción del embarazo por causas naturales o provocadas.

Conflictos:

  • Proyecto no viable. Relacionado con lo que la uno, o los dos miembros de la pareja, pueden estar sintiendo en ese momento de vida. Ya sea, algo consciente, o inconsciente, es decir, que su biología lo sienta así.
  • Rechazo a la maternidad. Rechazo consciente o, en muchos casos, inconsciente.
  • Memorias ancestrales de niños muertos a corta edad. Ese dolor insoportable deja una huella que se repite con una pérdida antes de nacer, antes de vincularse fuertemente con el niño/a.
  • Memorias transgeneracionales de agresión en el abdomen.
  • Conflicto de los padres que no se han sentido, o no han sido queridos.

El aborto, ya sea espontáneo o provocado, es una experiencia muy significativa que, en muchas ocasiones, suele vivirse en silencio. A veces, por falta de espacio para expresarlo, otras por culpa o miedo a juicios del entorno. El duelo que una pérdida así conlleva, en muchas ocasiones, no llega a elaborarse de forma consciente.

Cuando esto ocurre, pueden generarse consecuencias emocionales, físicas o conductuales, que afectan al bienestar de la persona, muchas veces sin que lo relacione directamente con el hecho vivido. Incluso puede pasar ese dolor de generación en generación, hasta el punto de estar somatizando, de alguna manera, el dolor por el duelo no hecho de mamá, una abuela u otros ancestros.

Puedes sanar las heridas de un aborto propio, o de los abortos vividos en la familia en otras generaciones, con el siguiente audio

¿Qué implica un duelo no hecho?

El duelo es un proceso natural de adaptación y asimilación de una pérdida. En el caso de un aborto, ese proceso puede verse interrumpido o incluso negado.

La sociedad muchas veces no valida este tipo de duelos, especialmente cuando se trata de abortos provocados o cuando el embarazo no había sido «visible» o compartido con el entorno.

Cuando el dolor no se expresa, no se reconoce o no se acompaña, la experiencia queda encapsulada en el cuerpo y en el inconsciente. Y lo que no se expresa, se manifiesta de otras maneras. El cuerpo necesita expresarlo.

Consecuencias de un duelo no elaborado

Aunque en  muchas ocasiones no hay consecuencias aparentes, lo cierto es que, en multitud de casos, las consecuencias pueden ser muy diversas y variar según la historia, la sensibilidad y el contexto de la persona.

Algunas de las formas más comunes en que puede manifestarse un duelo no elaborado por un aborto son:

  1. Síntomas físicos inexplicables

Dolores crónicos, problemas ginecológicos, trastornos menstruales, infertilidad sin causa médica aparente.

  1. Ansiedad o tristeza persistente

Sensación de vacío, nostalgia sin causa aparente, insatisfacción constante o tristeza profunda pueden estar conectadas con una pérdida elaborada.

  1. Culpa y autoexigencia

Sentimientos de culpa inconsciente o una autoexigencia extrema pueden surgir como formas de «pagar» por algo que no se logró integrar o aceptar emocionalmente.

  1. Vínculos interrumpidos o relaciones conflictivas

Dificultad para vincularse con hij@s posteriores, bloqueos en el deseo de ser madre o padre, o incluso en la relación de pareja, generando rechazos o bloqueos a nivel sexual.

  1. Repetición transgeneracional

Cuando la persona no vivió el aborto directamente, pero sí algún ancestro (madre, abuela, tía, etc.), el dolor no expresado puede transmitirse inconscientemente a través del árbol genealógico. En estos casos, pueden aparecer miedos irracionales a quedar embarazada, culpa sin origen claro, o incluso sensación de soledad, tristeza o de pérdida, o bloqueos y conflictos en las relaciones de pareja.

Las huellas transgeneracionales del duelo

En biodescodificación se reconoce que los duelos no resueltos pueden dejar huellas en las generaciones posteriores. Un aborto vivido en secreto por una abuela, por ejemplo, puede resonar años después en una nieta que sufre pérdidas gestacionales, bloqueos emocionales sin una causa evidente, bloqueos o disfunciones sexuales, dificultades en algunos vínculos, etc

También puede manifestarse como:

  • Sentimientos de no tener un lugar en la familia.
  • Miedos intensos a la pérdida o al abandono.
  • Sensación de que “falta alguien” sin saber por qué.
  • Conflictos en el rol de madre o padre.
  • Conflictos con la pareja.
  • Rechazo hacia bebés o niños pequeños.

¿Cómo sanar un duelo no elaborado?

Sanar no significa olvidar, sino integrar, acoger y aceptar.

Darle un espacio a la experiencia, reconocerla y darle un lugar en la historia personal (o familiar) permite liberar emociones atrapadas y reordenar internamente los sentimientos y los vínculos.

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Honra tu historia para disfrutar tu presente

Tanto si tú viviste un aborto, como si sabes o intuyes que hay historias de abortos o no dichas en tu linaje, darte el permiso para mirar, sentir y reconocer esas vivencias puede marcar una gran diferencia en tu salud emocional y física.

Sanar ese duelo no es revivir el dolor, es liberarlo. Es permitirte seguir adelante con mayor ligereza, y paz.

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Porque mereces vivir en equilibrio, con amor hacia ti y hacia tu historia.
No estás sola, no estás solo.

Avanza hacia tu bienestar.